22 casas habitadas; a excepción de Justin, el único niño del pueblo, todos sus habitantes por encima de los 70 años; una tierra árida en la que no ha llovido por décadas, y poco más. Así es Sacachún, un pequeño pueblo en la costa ecuatoriana. Entre remembranzas y con el aliento de la muerte resoplando cerca, sus habitantes recuerdan tiempos mejores. Una época que se truncó cuando, para evitar el paganismo, se llevaron del pueblo la estatua de San Biritute, una imagen procedente de culturas ancestrales a la que se sigue venerando en el pueblo. ¿Podrá el regreso de esta imagen, exhibida en un museo de Guayaquil, hacer que Sacachún tenga una segunda vida? La fe, el sincretismo religioso, la vida y la muerte, rondan en un documental con un final a prueba de escépticos.
Debe haber iniciado sesión para agregar una revisión.
Me encantó ! como un cuento de hadas !! es impresionante ver como la fe puede hacer florecer un desierto (:
Negar la magia que existe en Sacachún, Ecuador no tiene sustento científico. Simplemente hay razones que la mente no entiene, porque escapan al corazón y el amor siempre está más allá…Solo por amor veteranos de la tercera edad, un pueblo entero, 47 casitas y cuarenta y 7 habitantes, donde no sobra ni falta un solo techo ,recuperaron a San Biritute . Por amor permanecieron juntos desde que fue robado a manos de unifomados al servicio de la Iglesia y el Estado justificándose en dos razones: 1. El monolito (San Biritute con sus arrugas, líneas y puntos que denotan su avanzada edad) es una idolatría que debería ser reemplazado por el icono de un hombre desangrándose en una cruz y 2. El monolito, !una piedra¡ forma parte de una historia que amerita ser vista por curiosos que muchas veces nada les conecta, ni mucho menos, gentes que nada tienen que ver ni coger con San Biritute, en un museo.
En Sacachún, desde mil 961, un pueblo enormemente ganadero y agrícola, lleno de niños, bestias, viejas, jóvenes y guambras, un día entró en sequía. Y todo se agotó, como es obvio todo fue muriendo, el agua que había era comprada a camioneros; llegando al nuevo siglo solo quedaba un niño y cuarenta y 7 viejos. Solo la noche, y las mañanas y las tardes, y todos los días casi seguidos, empezó a llover graciosas tempestades. Dado que San Biritute, un monolito que por su extrañeza hacía llorar a los hombres que por su apariencia estaban secos como la tierra árida y quebrada, fue recuperado con éxito.
Gracias por revivir a través de este documental nuestra historia el sentir de nuestros pueblos
Muy buena plataforma
Muy buena produccion
Hermoso recordatorio de quienes somos- qué lindo regalo.
Muy buen documental de nuestra historia y gente.
Cuán hermoso es recordar la historia de nuestras raíces hermoso Sacachun pueblo Chiquito pronto volveremos familia Tomalá Hermengildo